MANIFESTATION. Con Centre Pompidou y Mao Jihong Arts Foundation [Sichuan, China] 2018

-Permanecer como forma de manifestarse para permanecer-

[es] «Cuando las personas toman las calles juntas, forman mas o menos un cuerpo político (…) no tiene que ser organizado desde arriba, ni tiene que tener un único mensaje para que los cuerpos congregados puedan ejercer cierta fuerza performativa en el ámbito público. El “Estamos Aquí” que traduce la presencia de ese cuerpo colectivo, puede leerse como “Estamos Aún Aquí”, que significa “No hemos sido aún desechados”. –Judith Butler, Vulnerabilidad corporal, coalición y política de la calle, 2012-

[en] «When people take to the streets together, they form something of a body politic (…) It does not have to be organised from on high and it does not need to have a single message for assembled bodies to exercise a certain performative force in the public domain. The ‘we are here’ that translates that collective bodily presence might be re-read as ‘we are still here’, meaning: ‘we have not yet been disposed of’. -Judith Butler, Corporeal vulnerability, coalition and street policy, 2012-

Shiyan Village es un pequeño pueblo de menos de 2000 habitantes en la región de Sichuan, de herencia rural y con una historia vinculada a la producción artesanal de papel de bambú y a la caligrafía tradicional china. Tiene un estructura territorial lineal en torno a los ríos y es un objetivo prioritario político para implementar un proyecto de turismo cultural que revitalize zonas rurales despobladas, cercanas a grandes aglomeraciones (en este caso las ciudades de Chengdú y Leshan, y el condado de Jiajiang).

En nuestra primera aproximación evidenciamos que el acceso a documentación urbanística en torno al proyecto era inexistente y la información que nos llegaba por el boca a boca, confusa. Las obras que se estaban ejecutando daban cuenta de la gran escala del proyecto y nos cuestionaba en torno al impacto que podía tener una agresiva intervención turística y cual podría ser el rol de una población local en la que, especialmente después del cierre de los equipamientos sociales básicos, como el colegio, más del 80% son personas mayores.

La falta de acceso a información hacía que el punto de partida del proyecto se tuviese que centrar en los hechos que podíamos envidenciar por simple observación. El proyecto, entonces, parte de la singular apropiación espacial en el espacio común por parte de las personas mayores. Es singular por concentrarse en la calle principal del pueblo con una disposición físico-espacial de las personas en línea y en una relación frontal con la calle casi como si la disposición de sus cuerpos estuviese en un escaparate, como si se estuviesen mostrando, como si con este gesto estuviesen reclamando su derecho al territorio, como si estuviesen afirmando “estamos aún aquí, aún no hemos sido desechados” (en palabras de de Butler).

Es especialmente relevante que se trate de las personas mayores, casi siempre negadas en lo urbano. Consideramos que con este gesto y especialmente en el contexto rural, se desafía esta invisibilización. Creemos que también es relevante en el marco de las operaciones urbanísticas y turísticas que están llegando al pueblo: por su tratamiento, por su escala y porque van a hiperconectar este pueblo con las ciudades cercanas. Pensamos que la invasión artística y turística que está llegando pone en riesgo los valores de esta “ruralidad activista” de las personas mayores, que quizás ya no serán visibles nunca más.

Así entramos en el ámbito de los repertorios de la manifestación. Por eso en este proyecto no estamos hablando de cualquier forma de permanecer, sino de permanecer sentados al fresquito como forma de manifestarse para tener la oportunidad de permanecer a pesar de los cambios que les llegan.
Las últimas conversaciones con vecinos y líderes locales daban cuenta del descontento por las condiciones de las expropiaciones que se estaban dando, y porque no se sentían protagonistas de los cambios que se avecinaban, pues no sabían como les podría repercutir positivamente. La brecha urbano-rural en el pais y las históricas limitaciones a la migración internas han dejado un precedente de inequidad y una desconfianza hacia los nuevos proyectos. Sentarse durante horas linealmente en la calle principal es una forma activa de visibilizarse, de mostrarse, de manifestarse.

La construcción de los bancos nos permite simplemente señalar estos “escaparates”. Son 9 variaciones del banco tradicional rústico chino “Chan-deng” muy popular en la ruralidad china. No tiene respaldo y está formado por un solo listón largo, sin duda reforzando la disposición lineal de los cuerpos.

El making off

 

Este proyecto fue desarrollado durante 2 meses de residencia artística en el marco de la exposición #Cosmopolis.15 en Chengdú, comisariada por Kathryn Weir e Ilaria Conti; y organizada por el Centro Pompidou y la Mao Jihong Arts Foundation. El proyecto fue expuesto en la estructura flotante diseñada por Kunlé Architects entre el 3 de noviembre de 2018 y el 6 de enero de 2019.

Un agradecimiento especial a Holli G. Wuriii quien fue nuestra traductora pero también colaboradora y cómplice en toda esta aventura. Así como a Issy por los registros videos.

 


La investigación en torno a este proyecto contempla distintas categorías de paisajes y de relaciones de gobierno y gobernanza en el marco rural-urbano. Se han producido artículos académicos y materiales audiovisuales en relación a esta temática, como la documentación del viaje en tren de alta velocidad entre Beijing y Chengdú.