Para vivir tenemos que narrarnos; somos un producto de nuestra imaginación. Nuestra memoria en realidad es un invento, un cuento que vamos reescribiendo cada día (lo que recuerdo hoy de mi infancia no es lo que recordaba hace veinte años); lo que quiere decir que nuestra identidad también es ficcional, puesto que se basa en la memoria. Y sin esa imaginación que completa y reconstruye nuestro pasado y que le otorga al caos de la vida una apariencia de sentido, la existencia sería enloquecedora e insoportable, puro ruido y furia. Por eso, cuando alguien fallece (…), hay que escribir el final. El final de la vida de quien muere, pero además el final de nuestra vida en común. Contarnos lo que fuimos el uno para el otro, decirnos todas las palabras bellas necesarias, construir puentes sobre las fisuras, desbrozar el paisaje de maleza. Y hay que tallar ese relato redondo en la piedra sepulcral de nuestra memoria.
Montero Rosa (2013), La Ridícula idea de no volver a verte. Editorial Seix Barral, Barcelona. Pag 117
En el marco de la estrategia de activación social de los Columbarios y el Cementerio de Pobres, del Instituto Distrital de Patrimonio y Cultura (IDPC), fuimos invitados a diseñar, construir y gestionar un laboratorio de creación, de la mano del Sindicato de Trabajadoras del Hogar e Independientes SINTRAHIN, en el Antiguo Cementerio de Pobres (predio donde hoy funciona el Centro de Memoria Paz y Reconciliación).
El laboratorio LAS OCULTAS: DIÁLOGOS DE CUERPOS EN RESISTENCIA, se dio durante todos los sábados del mes de noviembre de 2022, en una serie de espacios de encuentro que se denominaron diálogos. Estos encuentros estuvieron mediados por dispositivos plásticos y literarios que sirvieron a la vez de provocaciones para activar cada uno de estos diálogos. La premisa: la ciudad de los muertos (el cementerio), es un reflejo de la ciudad de los vivos, donde se replican las dinámicas de injusticia espacial, segregación, estigmatización, exclusión, expulsión, etc.
Diálogo # 1
Espacio de aproximación y reconocimiento al Cementerio de Pobres a través de, por un lado, un primer recorrido desde lo histórico, que permitió reconocer los y las habitantes históricos/as, las narrativas sobre el espacio y sus actores/as y la transformación espacial (mediado por archivos del equipo de investigación del IDPC) y, por otro, una deriva sensorial mediada por la literatura (Paul Valery, Rosa Montero, Italo Calvino), el azar y objetos que dentro del kit provocaron esa exploración y transcripción de hallazgos.
Diálogo # 2
Diálogo entre cuerpos en resistencia (cuerpo individual, cuerpo territorial / cementerio y cuerpo colectivo / sindicato). Deriva por el Antiguo Cementerio de Pobres y construcción de cartografía desde lo perceptual y sensible, en el que se invita a renombrar los espacios: ¿Qué nos sugiere la deriva?
Reconocimiento de la línea de tiempo del Antiguo Cementerio de Pobres, entendido como cuerpo territorial en pugna, y construcción de la línea de tiempo de SINTRAHIN (amenazas, conquistas, reivindicaciones), entendido como cuerpo colectivo en resistencia.
Diálogo # 3
Espacio de experimentación y aprendizaje de la serigrafía como herramienta para circular, difundir y amplificar hallazgos, demandas, reivindicaciones, etc. Las imágenes a amplificar y reproducir fueron el resultado del material generado en la sesión del diálogo #2.
Este espacio estuvo mediado por Taller 2pecesala2.
Diálogo # 4
Ser visibles. Autoconstrucción de dispositivo móvil activador y amplificador de diálogos, para subrayar la presencia de los cuerpos ausentes, de LAS OCULTAS. El diseño del prototipo se decidió colectivamente en función de las reflexiones generadas en los espacios de encuentro anteriores.
El 11 de diciembre se realizó un peregrinaje, abierto al público, desde el Cementerio Central, hasta el Antiguo Cementerio de Pobres, recorriendo los puntos donde históricamente se reubicó el lote destinado a la inhumación de ¨los y las pobres¨. Este espacio estuvo dirigido por las mujeres del Sindicato de Trabajadoras del Hogar e Independientes SINTRAHIN y el equipo de investigación del IDPC.
Agradecimiento a: Janeth Reyes, Rosa Beltrán, María Elena Salamanca, Nohora Mayorga, Ana Salamanca, Claudia Gamba, Nico Orjuela, Martha Pinilla, Eloisa Lamilla, Margarita Sierra, Carolina Orjuela, Francisco Guerrero, Juan Sebastian pinto, Leonardo Cristancho, Lina Taller 2pecesala2, Mar Parada.