La Planta es un proyecto desarrollado en el corregimiento “Estados Unidos” del municipio de Becerril en el departamento del César, zona situada cerca de la frontera con Venezuela, históricamente azotada por el conflicto armado en Colombia y las dinámicas extractivas.
El proceso se divide en dos visitas de campo, de 10 y 50 días respectivamente, ambas durante el año 2018. La primera visita se basa en provocar una reflexión comunitaria en torno a los espacios en común y la convivencia a través de estos.
(ver primera fase del proyecto en Estados Unidos: la provocación táctica)
En la segunda visita varias, y no coincidentes, eran las propuestas de los vecinos. Una “casa de la memoria” sonaba interesante y con fuerza, pero a la hora de profundizar en torno a las actividades posibles, o había claridad alguna y rápidamente se evidenciaban conflictos muy profundos entre los vecinos, posiblemente heredados de una larga guerra y violencia en el territorio, con una gran ausencia histórica del Estado.
La dificultad de establecer diálogos, la diferente perspectiva entre los que creen necesario hablar del pasado y los que prefieren mirar al futuro, unido a la cantidad de programas sociales que se agolpan por primera vez en el territorio, nos hizo pensar en una estrategia arquitectónica progresiva y modular, que diese como primer resultado la construcción de un espacio cubierto, con posibilidades de ser ampliado en el tiempo (construyendo más módulos) o cerrado, si se requiere en función de los usos previstos.
Se utilizó madera local tropical de un bello color rosado, el tananeo. Los módulos con estructuras prismáticas de 3×3 metros de base y con cubierta inclinada a un agua. Se pre-ensamblan las fachadas en el suelo de manera que solo deben ser apoyadas en el suelo para unirlas entre sí, evitando el trabajo en altura y elevar el gran peso de estos marcos (debido a la alta densidad del material).
La cubierta de palma, según técnicas locales y la producción de algunos artefactos de apropiación del espacio (varios bancos, estructuras que pueden ser utilizados como mesa-silla-gradería, columpios o barras de ejercicio) completan la intervención.
El proyecto arquitectónico, al no lograr un consenso durante las reuniones previas, se convierte en un primer nodo de algo que puede y debe evolucionar, en función de cómo lo hagan los diálogos y los acuerdos vecinales. Pensamos que esta estrategia de proyecto podrá ser evaluada sólo con el tiempo.
Este proyecto se construye entre los meses de mayo y septiembre de 2018, en el marco del Programa de Desarrollo y Paz del Departamento del Cesar, con Estudio Mapping